Unas amigas habían tenido una fiesta y las tres estaban deseando que acabar para poder estar solas y pasarlo en grande. Ya estaban tan calientes que no podían evitar frotar sus coños de lo calientes que los tenían. Ellas eran amantes y ese día se había puesto la cosa super caliente ya que varis amigos estaban allí y algunas de las novias eran preciosa y nada más imaginárselas se ponían cachondas.
Cuando salió la última invitada se fueron hacia la casa las tres para empezar a disfrutar de esa tarde soleada donde iban a poder ollar a su gusto. Ellas estaban jugando con la tercera ya que le cerraron la puerta y esta desde el otro lado del cristal comenzó a tocarse y a enseñar su cuerpo para que sus amigas se pusieran a mil. No tardaron mucho en abrir la puerta y empezar a enrollarse las tres como locas.